Día 17. Jueves 19 Julio 2010
Hoy tenemos que devolver el coche a las 16:00h en la oficina de Alamo en O’Farrell street, San Francisco :(
Nos levantamos a las 08:00h, desayunamos como campeones en el hotel (es gratis, con gofres incluidos ;D), y decidimos poner rumbo a Muir Woods, por aquello de aprovechar el tiempo. Por el camino siguen las imágenes de película...
Cuando llegamos allí hace una humedad y un frío de tres pares de narices, y el día está nublado… así que no nos apetece mucho y como son ya las 12:30h preferimos irnos a comer a Sausalito, donde hace sol y se está mucho más a gusto.
Elegimos para comer el mismo sitio al que fuimos al principio del viaje, un tailandés buenísimo. Esta vez comemos en la terraza y hace un solecito espectacular. Nos comimos unos arrocitos muy ricos!
Luego damos un paseíto por Sausalito y subimos a ver las vistas del puente desde los miradores donde fuimos con la bici… para llevarlo en nuestra memoria hasta que volvamos. ¡Cuantos recuerdos nos llevamos!
A través del Golden Gate ($6) entramos a San Francisco y pasamos un rato subiendo y bajando cuestas (en especial Filbert, es brutal) estilo películas, o sea, sin frenar al llegar al cambio de rasante… y la sensación es de tirarte al vacío! Genial. Este trocito es de Lombard Street y de Filbert
Hacemos el check-in en el hotel y dejamos las maletas, y luego vamos a ver cosas que nos faltan, como las Painted Ladies de Alamo Square o el barrio de Castro… ambas cosas muy chulas y pintorescas.
Luego ya toca despedirse del coche, que la verdad es que da lástima porque ha sido un fiel compañero de viajes. No nos ha fallado en nada y nos ha permitido ser libres y movernos a nuestro aire. Estamos más que contentos con la elección que hicimos en su día, y sabemos que no hubiese sido lo mismo sin él (más que nada porque cada día que nos subíamos teníamos la misma sensación… ¡peazo coche!... y encima el equipo de sonido era algo tremendo! 12 altavoces Bose… genial).
Así que devolvemos el coche sin más problema (tardamos poquísimo en el trámite) y nos vamos a pasear por Chinatown (compramos souvenirs), por el barrio italiano… y buscamos algún sitio para cenar. Estos son los dos pantallazos del ordenador de a bordo, para tener las cifras finales del trayecto en coche:
No queríamos repetir porque nos gusta probar sitios nuevos… así que cuando vimos un sitio llamado “Tony’s Pizza Napolitano” supimos que era nuestro sitio. Las pizzas de Nápoles son impresionantes y decidimos probar suerte aquí.
Maravilloso, se coloca de golpe en primera posición en cuanto a pizzas empatado a puntos con una pizzería de nuestra ciudad (Badalona) que también son de Nápoles.
Como estaba el restaurante a reventar nos sentamos en una barra, en frente del mostrador de trabajo donde hacían las pizzas, y fue un espectáculo. La especialidad es la Pizza Margherita al horno de leña (por supuesto), por la que se han llevado varios premios, y de la cual no sirven más de 70 al día. Pedimos una Margherita y otra que llevaba tomate cherry, queso, albahaca… y eran impresionantes.
Nos encantó, cenamos de lujo.
Luego nos fuimos caminando hasta Ghirardelli a comer un helado… en fin, digamos que se pasan. Te ponen tal cantidad de chocolate que se te quitan las ganas de comértelo. Nosotros pedimos una copa cada uno y sólo comimos tres cucharadas… eran demasiado grandes y tampoco eran tan alucinantes como habíamos leído… eso sí, vimos a gente muuuuy gulas… y así estaban… una chica cerca nuestro se trincó dos copas hasta arriba!!
Luego compramos algún souvenir más y nos fuimos al hotel a dormir, que mañana vamos a NY y hay que madrugar muchísimo!!
Comentarios del día:
- San Francisco: encantadora, genial en todos los sentidos.
- Ghirardelli Square: no vale la pena. Demasiada cantidad de un helado y un chocolate que no se salen de lo normal.
Hoy tenemos que devolver el coche a las 16:00h en la oficina de Alamo en O’Farrell street, San Francisco :(
Nos levantamos a las 08:00h, desayunamos como campeones en el hotel (es gratis, con gofres incluidos ;D), y decidimos poner rumbo a Muir Woods, por aquello de aprovechar el tiempo. Por el camino siguen las imágenes de película...
Cuando llegamos allí hace una humedad y un frío de tres pares de narices, y el día está nublado… así que no nos apetece mucho y como son ya las 12:30h preferimos irnos a comer a Sausalito, donde hace sol y se está mucho más a gusto.
Elegimos para comer el mismo sitio al que fuimos al principio del viaje, un tailandés buenísimo. Esta vez comemos en la terraza y hace un solecito espectacular. Nos comimos unos arrocitos muy ricos!
A través del Golden Gate ($6) entramos a San Francisco y pasamos un rato subiendo y bajando cuestas (en especial Filbert, es brutal) estilo películas, o sea, sin frenar al llegar al cambio de rasante… y la sensación es de tirarte al vacío! Genial. Este trocito es de Lombard Street y de Filbert
Hacemos el check-in en el hotel y dejamos las maletas, y luego vamos a ver cosas que nos faltan, como las Painted Ladies de Alamo Square o el barrio de Castro… ambas cosas muy chulas y pintorescas.
Luego ya toca despedirse del coche, que la verdad es que da lástima porque ha sido un fiel compañero de viajes. No nos ha fallado en nada y nos ha permitido ser libres y movernos a nuestro aire. Estamos más que contentos con la elección que hicimos en su día, y sabemos que no hubiese sido lo mismo sin él (más que nada porque cada día que nos subíamos teníamos la misma sensación… ¡peazo coche!... y encima el equipo de sonido era algo tremendo! 12 altavoces Bose… genial).
Así que devolvemos el coche sin más problema (tardamos poquísimo en el trámite) y nos vamos a pasear por Chinatown (compramos souvenirs), por el barrio italiano… y buscamos algún sitio para cenar. Estos son los dos pantallazos del ordenador de a bordo, para tener las cifras finales del trayecto en coche:
No queríamos repetir porque nos gusta probar sitios nuevos… así que cuando vimos un sitio llamado “Tony’s Pizza Napolitano” supimos que era nuestro sitio. Las pizzas de Nápoles son impresionantes y decidimos probar suerte aquí.
Maravilloso, se coloca de golpe en primera posición en cuanto a pizzas empatado a puntos con una pizzería de nuestra ciudad (Badalona) que también son de Nápoles.
Como estaba el restaurante a reventar nos sentamos en una barra, en frente del mostrador de trabajo donde hacían las pizzas, y fue un espectáculo. La especialidad es la Pizza Margherita al horno de leña (por supuesto), por la que se han llevado varios premios, y de la cual no sirven más de 70 al día. Pedimos una Margherita y otra que llevaba tomate cherry, queso, albahaca… y eran impresionantes.
Nos encantó, cenamos de lujo.
Luego nos fuimos caminando hasta Ghirardelli a comer un helado… en fin, digamos que se pasan. Te ponen tal cantidad de chocolate que se te quitan las ganas de comértelo. Nosotros pedimos una copa cada uno y sólo comimos tres cucharadas… eran demasiado grandes y tampoco eran tan alucinantes como habíamos leído… eso sí, vimos a gente muuuuy gulas… y así estaban… una chica cerca nuestro se trincó dos copas hasta arriba!!
Luego compramos algún souvenir más y nos fuimos al hotel a dormir, que mañana vamos a NY y hay que madrugar muchísimo!!
Comentarios del día:
- San Francisco: encantadora, genial en todos los sentidos.
- Ghirardelli Square: no vale la pena. Demasiada cantidad de un helado y un chocolate que no se salen de lo normal.
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