Hoy tenemos que madrugar porque va a ser un día muuuy largo, en el cual nos espera alguna que otra sorpresita.
La verdad es que llegar a esta parte del viaje hace especial ilusión, porque nos adentraremos en el oeste americano, dónde empiezan a aparecer esas imágenes de película que ya están grabadas en nuestras mentes...
El día amanece gris, muuy gris… (aunque en cuanto salgamos de la zona costa se arregla de golpe… curioso…) salimos del motel y lo primero es pasar por la playa (está a dos minutos andando), para ver si hay surfistas. Son las 06:30h y el agua está abarrotada de surfistas esperando su momento. En menos de 5 minutos vemos a unos 6 o 7 surfistas coger buenas olas… muy chulo!
La primera parada la hacemos antes de salir de San Diego, porque desayunamos en “Bagel Bakery”, una especie de panadería totalmente local, pequeñita y con gente que está desayunando antes de ir a currar. Todos muy amables, como ya viene siendo costumbre.
El siguiente destino es “Victorville” (no diréis que no tiene nombre de pelicula de terror… “la matanza de Viiiictorviiiiille….” ;P ). Queremos pasar por este pueblo porque aquí cogeremos nuestro primer trozo de la ruta 66 hasta Barstow, donde volveremos a enlazar con la interestatal dirección Kingman.
Del trayecto no hay nada que destacar, excepto la carretera en si misma...
Eso sí, cada dos por tres podéis salir de la interestatal para ir cogiendo trocitos de la ruta 66.
Un detalle curioso: durante todo el periplo nos hemos ido encontrando con imágenes como la siguiente, con trozos de neumático destrozado en el arcén de la carretera... al final preguntamos y nos dijeron que mucha gente compra las gomas de segunda mano y que pasa lo que pasa...
Llegamos a Kingman antes de lo previsto (sobre las 16:00h), y como habíamos parado por el camino a comprar unos souvenirs (agua, patatas, chocolatinas…) pues no teníamos hambre.
Anécdota: paramos a comprar cosas en un sitio llamado 99 cents (era un supermercado muy grande) y la sorpresa viene cuando vemos que todo vale… 99 céntimos. Desde toblerone hasta detergente, para que todo el mundo pueda comprar sin tener que preocuparse por el precio... para que veáis que no es broma...
Como queríamos ir a cenar (prontito) al D’z Dinner (sitio famoso ambientado en los años 60 y con buen ambiente), estuvimos dando vueltas por el pueblo pensando en que hacer, hasta que… ¡tachán!, piscina del pueblo abierta, $4 por entrar los dos… y hacía un calor insufrible… así que a bañarse se ha dicho!!
Estuvimos allí hasta las 18:00h, luego fuimos a cenar al D’z Dinner.
El plan inicial a partir de ahora era el siguiente:
Dirigirnos a Peach Springs por la ruta 66
Coger una carretera secundaria de unas 70 millas que nos llevará al parking de la reserva india Havasupai.
Dormir en el coche (no hay nada en 100 km a la redonda)
Por la mañana tempranito (05:00h) comenzar una ruta a pie que nos lleve a la reserva india (unos 15km andando).
Pasar la noche siguiente en la reserva.
Lo dicho… este era el plan inicial… pero del dicho al hecho…
Llenamos depósito (en los comentarios finales os explicamos un poco como va este tema…) y nos ponemos rumbo a Peach Springs. Una vez llegamos allí y puesto que había que hacer noche en el coche, era buena idea comprar alguna botella de agua, hielo para una nevera que habíamos comprado en el “99 cents”, y algo de comer… pero resulta que Peach Springs tiene menos servicios que un oasis en medio del desierto. No hay manera de encontrar algo abierto para comprar!!!! Eso sí, el típico tren larguíiiiisimo nos acompaña un buen rato... y cuando suena la bocina asusta!!
Preguntamos en un restaurante/motel si hay alguna gasolinera cerca y nos dicen que sí, que a unas 5 millas habíamos pasado una que vendían hielo y víveres… ¡vamos patrás! Los paisajes son realmente chulos...
A lo lejos vamos divisando algo parecido a una gasolinera… son las 20:30h y está todo desierto… de peli de terror… pero resulta que esta gasolinera está poco menos que abandonada. Eso sí, vemos que hay un recipiente que pone “ice machine”… nos acercamos y lo único que tiene son telarañas… En la carretera no hay ni un alma...
Justo al otro lado de la carretera (ruta 66), vemos un local abierto que parece que tiene algo de vida… así que mientras le digo a Mireia que se quede en el coche con las puertecitas cerradas me voy allí a preguntar si me pueden vender algo de hielo…
Si hasta ahora parecía todo de peli de miedo… ahora ya no doy crédito… abro la puerta del local (puerta “roñosa” donde las haya) y me encuentro un local tétrico, con un tío de dos metros en la entrada, feo de cojo***, con un ojo mirando a España y el otro a América, y con dos o tres dientes menos… en fin, del palo… ¿me voy?... ;P pero no, le pregunto y me dice que la gasolinera con vida está media milla más adelante.
Una vez conseguimos llegar a la puñetera gasolinera (el chaval que la regentaba era otro raro de cojo***), compramos hielo y cosas pa comer y nos vamos a buscar la carretera secundaria que nos ha de llevar al parking (todo sea dicho, carretera que no queríamos hacer de noche por el tema de que hay animales salvajes y que es un sitio solitario al 100%... pero que vamos a hacer, ya era de noche).
Gracias al GPS la carretera la encontramos fácilmente… pero… ¡ESTÁ CORTADA!
Un cartel nos anuncia que ha habido una inundación (Flash Flood) en la reserva y que todo el acceso está cortado (más adelante nos enteramos que había pasado dos días antes y que habían tenido que evacuar a la gente en helicóptero… uff… por los pelos)
Para que veáis que la cosa ha ido en serio... aquí os lo explica un excursionista que se quedó... "pillado"...
http://il.youtube.com/watch?v=4bNKRjKgqBA&feature=related
Nota: esta zona está bajo riesgo máximo durante esa época, debido al Monsoon.
Pues eso, nueve de la noche, todo oscuro y sin sitio ande dormir… y el pueblo más cercano a 100 km… ¿Qué hacemos? Improvisar.
Seguimos la ruta 66 dirección a Seligman, que era el siguiente pueblo a 100 km. Una tormenta de tres pares de narices adornaba el cielo de fondo y sobre las 22:15h llegamos a Seligman (durante el camino pudimos estar tranquilamente 70 km sin encontrarnos ningún coche, ningún pueblo, ningún NADA).
Encontramos un Motel (Historic Route 66 Motel) que parecía mono y que tenía sitio “vacancy”, y allí entramos. Nos dicen que $60 la habitación, le decimos que nos la enseñe y nos gusta… así que ya tenemos cobijo. (en cada puerta de habitación pone el nombre de un famoso que anteriormente había dormido allí…)
Como el día siguiente teníamos que haber estado en la reserva india, lo tenemos libre… ¿Qué hacemos?... pues coger el móvil, conectarnos a Internet vía Wi-Fi (gratis en casi todos los moteles) y coger una habitación en Las Vegas (a las vegas tenemos que volver más tarde, pero nos hace ilusión irnos para allí al día siguiente), en el hotel Stratoshpere.
Como en este pueblo estaban ya todos los bares cerrados, nos vamos a una gasolinera (caminando eh, el pueblo es pequeño) y nos compramos una coca-cola, una cervecita (la más pequeña es de medio litro), unos panecillos de estos de “hot dog” y unas barras de mozzarella… para hacer un suculento aperitivo… “bocadillo de mozzarella”… ale, con un par!!.
Después de esto, a dormir, que hoy ya nos lo hemos ganao y mañana hay que partir hacia Las Vegas!! (eso sí, para luego volver otra vez a esta zona, que hay muchas cosas aún por hacer aquí!!).
Comentarios del día
- Hechar gasolina: fácil, no hay problema alguno. Nosotros desde el principio seguimos el mismo procedimiento… llegas a la gasolinera, entras dentro y le dices cuanto quieres poner… puedes pagar tanto en cash como con tarjeta de crédito. Sales fuera, hechas gasolina y si te sobra respecto a lo que calculabas pues entras y te devuelven el cambio.
- Ruta 66: espectaculares carreteras de película, verlo para sentirlo.
- D’Zs Dinner: un dinner muy famoso, ni más ni menos. Hay otros sitios en Kingman que nos han gustado más… (salen en los siguientes días).
- Havasupai: queda pendiente para otro viaje, pero no en la época Julio-Agosto por el riesgo muy alto de inundación.
- Seligman: aquí se rodó la peli de Cars, es un sitio pintoresco y pequeño, eso sí, no busquéis marcha que aquí no la hay.
Sin más, en el siguiente día estaremos en Las Vegas… ciudad impactante donde las haya… sobre todo de noche!!!
La verdad es que llegar a esta parte del viaje hace especial ilusión, porque nos adentraremos en el oeste americano, dónde empiezan a aparecer esas imágenes de película que ya están grabadas en nuestras mentes...
El día amanece gris, muuy gris… (aunque en cuanto salgamos de la zona costa se arregla de golpe… curioso…) salimos del motel y lo primero es pasar por la playa (está a dos minutos andando), para ver si hay surfistas. Son las 06:30h y el agua está abarrotada de surfistas esperando su momento. En menos de 5 minutos vemos a unos 6 o 7 surfistas coger buenas olas… muy chulo!
La primera parada la hacemos antes de salir de San Diego, porque desayunamos en “Bagel Bakery”, una especie de panadería totalmente local, pequeñita y con gente que está desayunando antes de ir a currar. Todos muy amables, como ya viene siendo costumbre.
El siguiente destino es “Victorville” (no diréis que no tiene nombre de pelicula de terror… “la matanza de Viiiictorviiiiille….” ;P ). Queremos pasar por este pueblo porque aquí cogeremos nuestro primer trozo de la ruta 66 hasta Barstow, donde volveremos a enlazar con la interestatal dirección Kingman.
Del trayecto no hay nada que destacar, excepto la carretera en si misma...
Eso sí, cada dos por tres podéis salir de la interestatal para ir cogiendo trocitos de la ruta 66.
Un detalle curioso: durante todo el periplo nos hemos ido encontrando con imágenes como la siguiente, con trozos de neumático destrozado en el arcén de la carretera... al final preguntamos y nos dijeron que mucha gente compra las gomas de segunda mano y que pasa lo que pasa...
Llegamos a Kingman antes de lo previsto (sobre las 16:00h), y como habíamos parado por el camino a comprar unos souvenirs (agua, patatas, chocolatinas…) pues no teníamos hambre.
Anécdota: paramos a comprar cosas en un sitio llamado 99 cents (era un supermercado muy grande) y la sorpresa viene cuando vemos que todo vale… 99 céntimos. Desde toblerone hasta detergente, para que todo el mundo pueda comprar sin tener que preocuparse por el precio... para que veáis que no es broma...
Como queríamos ir a cenar (prontito) al D’z Dinner (sitio famoso ambientado en los años 60 y con buen ambiente), estuvimos dando vueltas por el pueblo pensando en que hacer, hasta que… ¡tachán!, piscina del pueblo abierta, $4 por entrar los dos… y hacía un calor insufrible… así que a bañarse se ha dicho!!
Estuvimos allí hasta las 18:00h, luego fuimos a cenar al D’z Dinner.
El plan inicial a partir de ahora era el siguiente:
Dirigirnos a Peach Springs por la ruta 66
Coger una carretera secundaria de unas 70 millas que nos llevará al parking de la reserva india Havasupai.
Dormir en el coche (no hay nada en 100 km a la redonda)
Por la mañana tempranito (05:00h) comenzar una ruta a pie que nos lleve a la reserva india (unos 15km andando).
Pasar la noche siguiente en la reserva.
Lo dicho… este era el plan inicial… pero del dicho al hecho…
Llenamos depósito (en los comentarios finales os explicamos un poco como va este tema…) y nos ponemos rumbo a Peach Springs. Una vez llegamos allí y puesto que había que hacer noche en el coche, era buena idea comprar alguna botella de agua, hielo para una nevera que habíamos comprado en el “99 cents”, y algo de comer… pero resulta que Peach Springs tiene menos servicios que un oasis en medio del desierto. No hay manera de encontrar algo abierto para comprar!!!! Eso sí, el típico tren larguíiiiisimo nos acompaña un buen rato... y cuando suena la bocina asusta!!
Preguntamos en un restaurante/motel si hay alguna gasolinera cerca y nos dicen que sí, que a unas 5 millas habíamos pasado una que vendían hielo y víveres… ¡vamos patrás! Los paisajes son realmente chulos...
A lo lejos vamos divisando algo parecido a una gasolinera… son las 20:30h y está todo desierto… de peli de terror… pero resulta que esta gasolinera está poco menos que abandonada. Eso sí, vemos que hay un recipiente que pone “ice machine”… nos acercamos y lo único que tiene son telarañas… En la carretera no hay ni un alma...
Justo al otro lado de la carretera (ruta 66), vemos un local abierto que parece que tiene algo de vida… así que mientras le digo a Mireia que se quede en el coche con las puertecitas cerradas me voy allí a preguntar si me pueden vender algo de hielo…
Si hasta ahora parecía todo de peli de miedo… ahora ya no doy crédito… abro la puerta del local (puerta “roñosa” donde las haya) y me encuentro un local tétrico, con un tío de dos metros en la entrada, feo de cojo***, con un ojo mirando a España y el otro a América, y con dos o tres dientes menos… en fin, del palo… ¿me voy?... ;P pero no, le pregunto y me dice que la gasolinera con vida está media milla más adelante.
Una vez conseguimos llegar a la puñetera gasolinera (el chaval que la regentaba era otro raro de cojo***), compramos hielo y cosas pa comer y nos vamos a buscar la carretera secundaria que nos ha de llevar al parking (todo sea dicho, carretera que no queríamos hacer de noche por el tema de que hay animales salvajes y que es un sitio solitario al 100%... pero que vamos a hacer, ya era de noche).
Gracias al GPS la carretera la encontramos fácilmente… pero… ¡ESTÁ CORTADA!
Un cartel nos anuncia que ha habido una inundación (Flash Flood) en la reserva y que todo el acceso está cortado (más adelante nos enteramos que había pasado dos días antes y que habían tenido que evacuar a la gente en helicóptero… uff… por los pelos)
Para que veáis que la cosa ha ido en serio... aquí os lo explica un excursionista que se quedó... "pillado"...
http://il.youtube.com/watch?v=4bNKRjKgqBA&feature=related
Nota: esta zona está bajo riesgo máximo durante esa época, debido al Monsoon.
Pues eso, nueve de la noche, todo oscuro y sin sitio ande dormir… y el pueblo más cercano a 100 km… ¿Qué hacemos? Improvisar.
Seguimos la ruta 66 dirección a Seligman, que era el siguiente pueblo a 100 km. Una tormenta de tres pares de narices adornaba el cielo de fondo y sobre las 22:15h llegamos a Seligman (durante el camino pudimos estar tranquilamente 70 km sin encontrarnos ningún coche, ningún pueblo, ningún NADA).
Encontramos un Motel (Historic Route 66 Motel) que parecía mono y que tenía sitio “vacancy”, y allí entramos. Nos dicen que $60 la habitación, le decimos que nos la enseñe y nos gusta… así que ya tenemos cobijo. (en cada puerta de habitación pone el nombre de un famoso que anteriormente había dormido allí…)
Como el día siguiente teníamos que haber estado en la reserva india, lo tenemos libre… ¿Qué hacemos?... pues coger el móvil, conectarnos a Internet vía Wi-Fi (gratis en casi todos los moteles) y coger una habitación en Las Vegas (a las vegas tenemos que volver más tarde, pero nos hace ilusión irnos para allí al día siguiente), en el hotel Stratoshpere.
Como en este pueblo estaban ya todos los bares cerrados, nos vamos a una gasolinera (caminando eh, el pueblo es pequeño) y nos compramos una coca-cola, una cervecita (la más pequeña es de medio litro), unos panecillos de estos de “hot dog” y unas barras de mozzarella… para hacer un suculento aperitivo… “bocadillo de mozzarella”… ale, con un par!!.
Después de esto, a dormir, que hoy ya nos lo hemos ganao y mañana hay que partir hacia Las Vegas!! (eso sí, para luego volver otra vez a esta zona, que hay muchas cosas aún por hacer aquí!!).
Comentarios del día
- Hechar gasolina: fácil, no hay problema alguno. Nosotros desde el principio seguimos el mismo procedimiento… llegas a la gasolinera, entras dentro y le dices cuanto quieres poner… puedes pagar tanto en cash como con tarjeta de crédito. Sales fuera, hechas gasolina y si te sobra respecto a lo que calculabas pues entras y te devuelven el cambio.
- Ruta 66: espectaculares carreteras de película, verlo para sentirlo.
- D’Zs Dinner: un dinner muy famoso, ni más ni menos. Hay otros sitios en Kingman que nos han gustado más… (salen en los siguientes días).
- Havasupai: queda pendiente para otro viaje, pero no en la época Julio-Agosto por el riesgo muy alto de inundación.
- Seligman: aquí se rodó la peli de Cars, es un sitio pintoresco y pequeño, eso sí, no busquéis marcha que aquí no la hay.
Sin más, en el siguiente día estaremos en Las Vegas… ciudad impactante donde las haya… sobre todo de noche!!!
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